domingo, 17 de junio de 2012

Ya no se diseña para una resolución concreta

Hace ya bastantes años, y durante mucho tiempo, la norma número uno del diseño de páginas web era:

"programa siempre para una resolución de 800x600 px"

Después la resolución 'objetivo' pasó a ser 1024px, que se traducía en diseños de 960px debido al ancho del borde del navegador y la barra de scroll y a que 960 es divisible entre 3, 4, 5, 6, 8, 10, etc, lo que hace fácil una maquetación en columnas.

Todo esto ha quedado obsoleto. Ya no tiene ningún sentido pensar ¿para qué resolución vamos a hacer esta página/aplicación?.

Ya no hay una resolución ni un dispositivo base para hacer un diseño

Cualquier usuario puede acceder a nuestra web con varios dispositivos diferentes, con tamaños muy distintos, y quiere reconocer la web cuando entra. No podemos crear una web completamente diferente para cuando entre con su móvil, otra para cuando entre desde un tablet, otra para PC, etc. El usuario quiere encontrar siempre la web que conoce.

La cantidad de dispositivos y tamaños con los que se puede acceder a nuestro contenido es incontrolable y crece cada pocos meses.

Debemos simplemente programar y diseñar de forma que el contenido se adapte al entorno del usuario y olvidarnos del control. Ya no podemos controlar nuestro diseño como si fuera para una revista. Es imposible controlar las medidas y ajustar el contenido 'al pixel' y esperar que se vea igual en todos los dispositivos posibles. El contenido se debe adaptar al dispositivo.

Si seguimos pensando en tamaños fijos y en una resolución objetivo, estamos viviendo en el pasado. El diseño adaptable (responsive design) no es una forma de hacer las cosas, es ya la única forma aceptable de trabajar para la web.

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